viernes, 9 de septiembre de 2011

PALACIO GÜELL

Antes de entrar  nos preside una puerta de forja de unos 4 metros de altura. Cuando entramos fuimos a buscar un audio guía y el primer punto que nos sugería era las cocheras. Nos dijo que el principal punto de la casa y donde ahora ocupaba la tienda era la bodega, después fuimos a el sótano, que eran las caballerizas, donde solían guardar los caballos pero también solían guarda la paja, la leña y el carbón. También habían cabezas de perro antes de subir las escaleras. Esa zona era el vestíbulo de la PB (Planta Baja). Después subimos la escaleras  y nos encontramos una vitrina con la bandera catalana, también tenía  rosas de forja . Después vimos una puerta de forja y madera que daba al vestíbulo de la habitación y a continuación subimos las escaleras y fuimos a la planta noble,. Empezamos con la antesala que conducía a el comedor donde había una mesa con 8 sillas y detrás estaba la despensa pero no se veía, Antes de salir a la terraza habían muebles hechos por  Gaudí. Después salimos  a la terraza y había unas ventanas con cornisas de madera con unas gárgolas que eran vierte agua. La siguiente sala era un billar y desde esa sala se veía el comedor y un órgano  que no se veía en la otro lado. Después volvimos a la antesala y miramos las columnas y las lámparas largas que habían en cada lado de la puerta. A continuación fuimos a la sala de visitas y tocadores de señoras. El techo era  de pequeñas lanzas doradas recubiertas de pan de oro. Volvimos a la sala de pasos perdidos y entramos en la sala principal. Habían unos portones muy grandes que eran tanto para los músicos como para misas privadas. Después subimos las escaleras que daban a la tribuna de los músicos en la que se veía toda las sala y estaba con unas columnas de madera y huesos de buey. Subiendo las escaleras a la planta de los dormitorios primero entramos en el dormitorio d’Isabel López. Nos explicaron que la chimenea la había hecho Gaudí. A continuación fuimos al dormitorio de Eusebio Güell, más adelante subimos las escaleras a  las golfas,  fuimos a la exposición de la restauración del palacio y el último punto y final de la visita era la terraza que contaba con 20 chimeneas y  unas vistas muy bonitas de toda Barcelona, después bajamos, nos despedimos y cada uno nos fuimos a nuestra casa. 

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